lunes, 6 de mayo de 2013

"El opio del pueblo"




La crítica a la religión es la parte de la filosofía que analiza el tema de la religión desde un punto de vista crítico. Esta disciplina en realidad es antigua y puede ser trazada desde el primer siglo anterior a la era cristiana hasta la actualidad. Desde una perspectiva general, la crítica religiosa considera a las religiones como inconvenientes para los individuos y sociedades y promotoras de la irracionalidad. Sin embargo, la crítica religiosa puede asumir diferentes ideologías y posiciones y puede darse incluso dentro de una misma religión como reguladora de su praxis.

Según Karl Marx, la religión es una herramienta utilizada por las clases dominantes para salvaguardar sus intereses e infundir en las masas la convicción religiosa de que su sufrimiento actual conducirá a la felicidad posible. Por lo tanto, siempre y cuando el público cree en la religión, no van a tratar de hacer un verdadero esfuerzo por entender y superar la verdadera fuente de sus sufrimientos; la desigualdad social y la explotación.

La religión, al igual que la filosofía para Marx, es una forma de alienación exclusiva de la sociedad capitalista. Esta forma de las clases pudientes de mangonear al proletariado no es una estrategia nueva, sino que ya hace siglos, por ejemplo en el feudalismo, las clases bajas veían como algo normal entregar parte de sus cosechas o bienes a la iglesia, porque existía una dominación de Dios sobre todos los hombres y era su forma de mostrarle respeto y lealtad. 

"La abolición de la religión como ilusoria felicidad del pueblo es la demanda de su verdadera felicidad. Para llamarlos a abandonar sus ilusiones sobre su condición es hacer un llamado para renunciar sobre su condición que requiere de ilusiones."

Yo, personalmente, creo que Marx tenía mucha razón en sus palabras cuando afirmaba que la religión era una herramienta utilizada para dominar a las clases bajas. Y puede que fuera normal que hace siglos, debido a que se desconocían muchas teorías científicas, se creyera fielmente en que el mundo y todos los seres que habitan en él fueran creados por una entidad divina que lo veía todo y que era un ser superior. Pero a medida que se fueron descubriendo las teorías evolucionistas, que explicaban cómo se había llegado hasta las especies actuales, la religión ha ido perdiendo peso.

La religión se ha tambaleado a lo largo de la historia en muchos sentidos, y eran las clases dominantes las que, de una manera u otra, siempre acababan beneficiadas. Un claro ejemplo es el tributo que pagaban los ricos para poder comer carne en la Cuaresma, o la cantidad de dinero que tenía la Iglesia (y tiene todavía) por aquello que daba la gente pobre para “ganarse el cielo”. ¿No se supone que pretenden dar el mensaje de que Dios es muy bueno y cuida de todos nosotros? Entonces, ¿por qué permite las desigualdades entre ricos y pobres? ¿Por qué deja que la gente sin dinero se muera de hambre? No le veo sentido a defender unas creencias que únicamente benefician a los que más dinero tienen y empobrecen a los más desfavorecidos.

Lo peor de todo esto es que hoy en día, aunque la gente tenga más estudios y se den cuenta de las patrañas y disparates que defiende la Iglesia, siguen yendo a misa los domingos a escuchar a un señor que supuestamente difunde la palabra de dios, y siguen empeñados en creer en una religión que defiende que la Virgen María se quedó embarazada del Espíritu Santo. ¿Estamos todos locos? Antes podríamos seguir fieles a las ideas que supuestamente ha dictaminado “Dios”, por ignorancia y analfabetismo, pero ahora, con la cantidad de pruebas que existen y demuestran las falacias de la religión, ¿por qué seguimos defendiéndola? 

Ninguna creencia que promueva las desigualdades debería ser sostenida por aquellos a los que desfavorece. Esto es lo que venía a explicar Karl Marx, que las clases dominantes han conseguido desde hace cientos de años que sus intereses sean los intereses del resto de la gente, ya que estos se encuentran en un estado de alienación. 

Supongo (y espero) que dentro de unos años la gente piense concienzudamente en el mensaje que pretende transmitir la Iglesia. No estoy hablando de la creencia en un dios divino (la cual no comparto, pero respeto), pero sí que la humanidad debería pensar en el daño que los curas, sacerdotes, obispos, y demás gente eclesiástica o que tenían ayuda de los mismos por poderío económico han hecho a esta sociedad por egoísmo puro, con el fin de beneficiarse únicamente a sí mismos, y entonces se replanteen esa sarta de mentiras en la que aún creen.




sábado, 30 de marzo de 2013

V de Vendetta

       V de Vendetta es una película ambientada en la futura Inglaterra, la cual está dominada por un régimen dictatorial. Evey Hammond, una de las protagonistas, es salvada de tres miembros de la policía secreta por V, un hombre enmascarado que oculta su identidad para luchar contra este gobierno y sus formas de actuar demasiado radicales. Este hombre de mentalidad compleja, inteligente, instruido y extravagante, tiene también su parte violenta, y está obsesionado con la venganza personal, lo que le lleva a tomar fuertes represalias contra altos cargos y gobernadores. En su busca por liberar al pueblo de Inglaterra de la corrupción y la crueldad con que su gobierno la ha envenenado, V condenará el carácter tiránico de sus dirigentes e invitará a los ciudadanos a unirse a él en las tinieblas del Parlamento el 5 de noviembre: el día de Guy Fawkes. Siguiendo el plan que nunca llegó a realizar Fawkes, V, con la ayuda de su amiga y aliada Evey, acaba por detonar el Parlamento Británico.

Puede que esta sea una de las imágenes más impactantes de la película, todo el pueblo reunido mostrando el respeto y aceptación de las decisiones del protagonista; por ello se visten igual que él, y se reúnen el día 5 para ver la caída del edificio. 

En el discurso final de Evey, uno de los más emotivos, remarca que V no era solo un hombre, sino todas las personas que habían vivido ese régimen tiránico.





Se supone que hoy en día no existe (o no debería existir) ningún sistema basado en la corrupción y en los intereses de los dirigentes, pero esto no es así. Mismamente en nuestro país, España, se ha descubierto que ciertas personas del partido que gobierna han recibido un "dinero B", lo cual han negado ante la falta de pruebas, y para la tranquilidad de los ciudadanos, han publicado las declaraciones de la renta y de patrimonio de nuestro Presidente. Y ahora digo yo, si es dinero en negro, ¿cómo va a aparecer declarado?. No me explico cómo nos podemos dejar gobernar por gente así, que además de robarnos, nos trata como si fuéramos tontos. El problema es que el segundo partido más votado también hará este tipo de infamias. 

No sé si es cosa mía, pero me parece que ambos defienden ideales prácticamente iguales, con diferencias para mí insignificantes. Y si vemos que el país, siendo gobernado por estos dos grandes asociaciones (que se van turnando) va francamente mal, ¿por qué no votamos a otros? O lo que pienso que sería mejor, ¿por qué no dejamos de ir a votar para que se vea nuestro desacuerdo? 

Sinceramente, yo creo que para estar mal gobernados, es mejor no estarlo, y menos aún por políticos corruptos que buscan su propio beneficio sin importarles el resto de las personas.


Cuando aparezca un ser superior con dos corazones, cinco pares de pulmones y con una inteligencia inimaginable, estaré dispuesta a que me gobierne y acatar sus órdenes, pero hasta entonces no estaré a favor de que mande sobre mí ningún otro. Y menos si ese es un ser mezquino y egoísta como todos los que están administrando nuestro país desde hace muchos años. 

Quién sabe, si España sigue así de mal y continuamos obedeciendo órdenes de políticos nada honrados a pesar de no estar de acuerdo, puede que sea yo la que me ponga la máscara de Guy Fawkes y vuele el Congreso de los Diputados.



domingo, 3 de marzo de 2013

Rousseau vs Hume


La difícil relación entre los filósofos David Hume y Jean Jacques Rousseau comenzó cuando el escocés ofreció socorrer a Rousseau. Una noche, una turba alcoholizada atacó su casa mientras estaba con su amante, la ex ayudante de cocina Thérèse le Vasseur (con quien tuvo cinco hijos a quienes, se sabe, abandonó en un orfanato) y su amado perro, Sultán. Sobre su ventana, cayó una lluvia de piedras. Una "del tamaño de una cabeza" casi cae en la cama de Rousseau. ¿Adónde iría ahora? Su salvador iba a ser David Hume, quien había estado en la capital francesa en 1763, como subsecretario del embajador británico, Lord Hertford. Al cabo de un tiempo, Hume comenzó a renegar y a acusar a Rousseau por ciertos problemas con la sociedad, lo que hizo que comenzara su enemistad, que quedó reflejada en una carta del suizo. (http://www.alcoberro.info/pdf/rousseau2.pdf)

Dejando aparte sus diferencias personales, me gustaría diferenciar la ética de David Hume, aunque no fue demasiado relevante, de la de Rousseau.

A grandes rasgos, Hume defendía un emotivismo según el cual el fundamento de la experiencia moral no la encontramos en la razón, sino en el sentimiento que las acciones y cualidades de las personas despiertan en nosotros. Además de este emotivismo moral, cabe destacar su intelectualismo moral, el cual explicaba su opinión de que el conocimiento es aquello que determina  nuestra conducta moral; por ejemplo, para ser buenos tenemos que tener el conocimiento de bondad. Esto era totalmente diferente para Rousseau. Este filósofo estaba convencido de que la bondad no se adquiría, sino que el ser humano posee un fondo bueno. El hombre es un animal corrompido por la sociedad, que le hace ser un animal egoísta, violento y mezquino, pero si este viviera completamente libre en la naturaleza llevaría una vida dedicada exclusivamente a la satisfacción de sus necesidades naturales sin emplear ningún método violento.

Aunque la mentalidad de Rousseau es muy positiva en cuanto a los seres humanos, pienso que tiene parte de razón. Vivimos en un mundo basado en la sociedad de clases y la globalización económica que lo único que consiguen es beneficiar a los más ricos y empobrecer a los que tienen menos dinero, y empeorar así su nivel de vida. Pero ¿por qué lo permitimos? ¿por qué cojones (con perdón) dejamos que una parte de la población que es claramente minoritaria nos manipule a su antojo? Es algo que no me explico. Tenemos una mentalidad que viene de muchos años atrás, y sí, habremos evolucionado en cuanto al machismo, el racismo y demás valores morales que antes hacían que algunas personas fueran marginadas o incluso agredidas, pero aún no somos capaces de darnos cuenta de que nos mangonean día a día. Y esta gente manipuladora, ¿no tiene remordimientos de conciencia por lo que le está haciendo al resto? La respuesta es claramente no. Y ¿por qué? de nuevo, por la SOCIEDAD que lo permite y que les hace pensar que eso no está mal, ya que les dejamos hacerlo sin tomar represalias aunque nos demos cuenta; y con esto conseguimos una mentalidad basada en que en este mundo, cuanto más beneficio consigas para ti y la gente que tienes a tu alrededor mejor. Así no vamos a ninguna parte. 

Todas las Constituciones vigentes dicen (que se cumpla o no es otra cosa) que somos iguales, y no solo ante la ley. Vale, pues si somos iguales todos deberíamos tener lo mismo, pero tanto los ciudadanos de a pie como los políticos, como los reyes y sus familiares. Aquí nada de favoritismos.  Estoy totalmente a favor de una sociedad igualitarista, en la que todos tuviéramos los mismos derechos y obligaciones, una especie de anarquía. Pero es imposible llegar a ello debido a nuestras ideologías. Y por mucho que estas cambiaran, seguiría siendo imposible. Habría que, como decía Jean Jacques Rousseau, dejar al hombre libre en la naturaleza sin contacto con la sociedad actual u otros hombres que pudieran corrompernos . Pero, por ejemplo, si dejáramos a un montón de niños recién nacidos en una isla aislada de la sociedad para que pudieran criarse sin contacto alguno con la humanidad, estos no serían capaces de sobrevivir , porque son solamente niños. Y por este motivo, esta, que sería para mí la única forma de llegar a una verdadera anarquía, (un montón de gente sin conocimiento de la ciudadanía mundial) es imposible.

En conclusión, los ideales de los anarquistas me parecen los más acertados, una sociedad sin clases y sin estado; el único problema es la imposibilidad de llegar a ella.

jueves, 31 de enero de 2013

Escuelas helenísticas: epicureísmo


La filosofía Helenística fue un período de tiempo en el cual se desarrollaron distintas doctrinas como el epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y el neoplatonismo, que fueron las principales escuelas filosóficas en el mundo occidental. El interés por la ciencia natural declinó en ese periodo y estas escuelas se preocuparon y se basaron principalmente en la ética y la religión.
En la filosofía medieval, los filósofos occidentales abandonaron la investigación científica de la naturaleza y la búsqueda de la felicidad en el mundo y se preocuparon por el problema de la salvación en otro mundo mejor.
Con la muerte de Alejandro Magno se repartió el territorio entre sus generales y se dio una mezcla entre la cultura occidental y la oriental, desapareciendo el concepto de polis y surgió entonces el cosmopolitanismo (el hombre se entendía como ciudadano del mundo)
Todas las escuelas helenísticas coinciden en la búsqueda de la felicidad o eudaimonía y en la autarquía, pero considero que la más interesante es el epicureísmo, en la cual voy a profundizar:

El epicureísmo se impartía en una escuela fundada por Epicuro de Samos en Atenas, en el siglo IV a.C.. Al igual que la Academia de Platón tomó el nombre de "el Liceo" por estar situada junto a un gimnasio con ese nombre, las clases de Epicuro eran impartidas en un jardín, así pues con el paso del tiempo esta academia acabo tomando ese nombre. ("El jardín")

En cuanto a la concepción del universo, los epicúreos la cogen de Demócrito, afirmando que está formado por infinidad de átomos que difieren unos de otros en forma, tamaño y peso. Además del movimiento de caída, Epicuro sostenía que estos poseían un movimiento de desviación llamado "clinamen" con el que Epicuro intentaba salvaguardar la libertad del universo, es decir, que no todo estaba regido por las leyes mecánicas, por lo tanto que ese movimiento no se podía conocer con anterioridad y es por ese motivo por el que no se podía conocer el destino de ningún modo.

La ética de los epicúreos es una ética hedonista, lo que quiere decir que la búsqueda de la felicidad radica básicamente en el placer de los individuos, pero no el placer que entendemos hoy en día, sino aquel que es proporcionado por la ataraxia (ausencia de preocupaciones) y la aponía (ausencia de dolor). Para lograr esta ausencia de preocupaciones o ataraxia, Epicuro daba respuesta a los tres principales miedos del hombre:
  •        El miedo a los dioses: este filósofo afirma que no hay que temer a los dioses ya que estos viven en su mundo y no interfieren en el nuestro en ningún momento
  •          El miedo a la muerte: en cuanto el miedo a la muerte, opinaba que después de esta no hay nada, simplemente los átomos que conforman el alma se disgregan y no nos espera ninguna vida más allá.
  •          El miedo al destino: para el miedo al destino dice que al no existir la teleología, el universo está regido exclusivamente por el azar y no hay destino alguno para ningún ser.

También cabe destacar que, para el griego, la virtud que debía regir el alma humana era la prudencia (phrónesis). Los placeres que en un principio pueden parecer buenos pueden llevarnos a sufrimientos mayores, por lo que hay que emplear esta cualidad humana, la razón, para saber distinguir los diferentes tipos de placeres. El hombre que consiga regir el alma humana según esta phrónesis podría ser considerado sabio, pero para ello debería vivir ocultamente y no intervenir en los asuntos públicos, llevando una vida completamente espiritual sin turbaciones.