jueves, 31 de enero de 2013

Escuelas helenísticas: epicureísmo


La filosofía Helenística fue un período de tiempo en el cual se desarrollaron distintas doctrinas como el epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y el neoplatonismo, que fueron las principales escuelas filosóficas en el mundo occidental. El interés por la ciencia natural declinó en ese periodo y estas escuelas se preocuparon y se basaron principalmente en la ética y la religión.
En la filosofía medieval, los filósofos occidentales abandonaron la investigación científica de la naturaleza y la búsqueda de la felicidad en el mundo y se preocuparon por el problema de la salvación en otro mundo mejor.
Con la muerte de Alejandro Magno se repartió el territorio entre sus generales y se dio una mezcla entre la cultura occidental y la oriental, desapareciendo el concepto de polis y surgió entonces el cosmopolitanismo (el hombre se entendía como ciudadano del mundo)
Todas las escuelas helenísticas coinciden en la búsqueda de la felicidad o eudaimonía y en la autarquía, pero considero que la más interesante es el epicureísmo, en la cual voy a profundizar:

El epicureísmo se impartía en una escuela fundada por Epicuro de Samos en Atenas, en el siglo IV a.C.. Al igual que la Academia de Platón tomó el nombre de "el Liceo" por estar situada junto a un gimnasio con ese nombre, las clases de Epicuro eran impartidas en un jardín, así pues con el paso del tiempo esta academia acabo tomando ese nombre. ("El jardín")

En cuanto a la concepción del universo, los epicúreos la cogen de Demócrito, afirmando que está formado por infinidad de átomos que difieren unos de otros en forma, tamaño y peso. Además del movimiento de caída, Epicuro sostenía que estos poseían un movimiento de desviación llamado "clinamen" con el que Epicuro intentaba salvaguardar la libertad del universo, es decir, que no todo estaba regido por las leyes mecánicas, por lo tanto que ese movimiento no se podía conocer con anterioridad y es por ese motivo por el que no se podía conocer el destino de ningún modo.

La ética de los epicúreos es una ética hedonista, lo que quiere decir que la búsqueda de la felicidad radica básicamente en el placer de los individuos, pero no el placer que entendemos hoy en día, sino aquel que es proporcionado por la ataraxia (ausencia de preocupaciones) y la aponía (ausencia de dolor). Para lograr esta ausencia de preocupaciones o ataraxia, Epicuro daba respuesta a los tres principales miedos del hombre:
  •        El miedo a los dioses: este filósofo afirma que no hay que temer a los dioses ya que estos viven en su mundo y no interfieren en el nuestro en ningún momento
  •          El miedo a la muerte: en cuanto el miedo a la muerte, opinaba que después de esta no hay nada, simplemente los átomos que conforman el alma se disgregan y no nos espera ninguna vida más allá.
  •          El miedo al destino: para el miedo al destino dice que al no existir la teleología, el universo está regido exclusivamente por el azar y no hay destino alguno para ningún ser.

También cabe destacar que, para el griego, la virtud que debía regir el alma humana era la prudencia (phrónesis). Los placeres que en un principio pueden parecer buenos pueden llevarnos a sufrimientos mayores, por lo que hay que emplear esta cualidad humana, la razón, para saber distinguir los diferentes tipos de placeres. El hombre que consiga regir el alma humana según esta phrónesis podría ser considerado sabio, pero para ello debería vivir ocultamente y no intervenir en los asuntos públicos, llevando una vida completamente espiritual sin turbaciones.





1 comentario:

  1. Correcta entrada (aunque poco personal y original), pero te recuerdo que en este tipo de entradas es necesario señalar las fuentes consultadas.
    Saludos

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